Journalism in London

Feel free to share all talks and thoughts I’ve had in London. Published interviews, reports and articles. 

REPORTATGE SOBRE LA DULWICH OUTDOOR GALLERY. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. MAIG DE 2014, LONDRES

UN PUENTE ARTÍSTICO ENTRE LO CLÁSICO Y LO URBANO

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Necesitas tres horas de tu tiempo y un buen calzado para andar. Te plantas en Peckham Rye y empiezas la ruta.

La Dulwich Outdoor Gallery. Se trata de una colección de arte urbano en muros y aceras de las calles de Dulwich, una zona de South London que comprende los distritos de Southwark y parte del de Lambeth. Concretamente, Dulwich está formado por East, West y North Dulwich y Dulwich Village, y a uno le suena gracias a su College y a la galería de arte más antigua de Londres o, al menos, el primer museo de pinturas abierto a la metrópolis londinense, la Dulwich Picture Gallery. Incluso la National Gallery llegó más tarde. El edificio que ocupa la galería fue expresamente diseñado para ella, a diferencia de la mayoría de museos clásicos europeos que reutilizaban edificios ya existentes para exponer sus pinturas, así como el Louvre, en París, o el Prado, en Madrid. Este museo del sur londinense, pues, se inauguró en 1817 y, aunque no posee una extensísima colección, presume de exponer importantes pinturas de Rembrandt i Poussin, dos de los artistas más presentes, también, en las calles de Dulwich.

PE.Obra del belga ROA (obra clásica de Pynacker) _ Sara Pardo PA.Obra del británico Stick (obra clásica de Gainsborough) _ Sara Pardo

La conexión tan potente entre la galería clásica del centro de Dulwich y la Outdoor Gallery surge gracias a algunos de los artistas urbanos más importantes de nuestros tiempos. Sus creaciones en las calles y muros de alrededor de la galería tienen todas en común su inspiración en pinturas clásicas de los siglos XVII y XVIII, todas ellas expuestas en la colección permanente del museo. Teniendo en cuenta que el arte urbano es probablemente el movimiento artístico contemporáneo internacional más importante del mundo, cabe destacar que el homenaje que estos artistas urbanos han regalado a la historia del arte se ha convertido en algo clave para entender y conocer esta historia, formando a su vez parte de ella. Incluso los más puristas podrían reconocerlo. El puente artístico entre lo clásico y lo urbano ha transformado la zona de Dulwich en una de las partes del mundo más significativas por lo que a la historia del arte respecta.

PD.Obra del británico Phlegm (obra clásica de Poussin) _ Sara Pardo

Así pues, la galería de arte pública más antigua de Inglaterra se ha convertido en inspiración para una de las galerías de arte más actuales: las calles de Dulwich. En la Dulwich Outdoor Gallery encontraremos versiones de pinturas clásicas de artistas tan clásicos como Rembrandt, Poussin, Van Huysum, Pynacker, Van Dyck o Tiepolo diseñadas por artistas contemporáneos, y tan urbanos y heterogéneos, como Thierry Noir, System, Stik, ROA, RUN, Mear One, Reka o Christiaan Nagel. Un total de 19 pinturas callejeras forman esta Outdoor Gallery, de la mano de 17 artistas de todo el mundo, ocupando parte de 14 calles de alrededor del museo y 2 rincones del acogedor parque de Dulwich. Arte expresado en muros y aceras mediante el uso de diversas técnicas de la era Post-Graffiti. Un proyecto único que une pasado y presente, y que tardó muchos meses en realizarse. En concreto, el paisaje de Dulwich empezó a llenarse de expresiones artísticas en mayo de 2013, durante el festival que lleva su nombre, y no se descarta seguir ampliando su galería callejera, dejándola en constante desarrollo.

PB.Obra del irlandés Conor Harrington (obra clásica de Le Brun) _ Sara Pardo

Me pregunto que hubiese pensado Nicolas Poussin al ver su obra “El triunfo de David” (1628-31) expresada en 2013 por el artista italiano RUN en un enorme mural de la calle Dartmouth de Londres. O qué le hubiese parecido a Rembrandt la relación artística entre su “Muchacha en la ventana” (1645) y el pintor callejero británico System, quien la recreó en otro mural de otra calle de Dulwich, Vale End. Pagaría por verles las caras.

PC.Obra del británico System (obra clásica de Rembrandt) _ Sara Pardo

El Festival de Dulwich de este año, celebrado durante este mes, incluyó también la exitosa “Artist’s Open House”, un proyecto que ayuda a acercar los trabajos artísticos de los vecinos de a pié en Dulwich. Concretamente, los fines de semana del 10 y el 17 de mayo protagonizaron un seguido de exposiciones muy particulares en casa privadas para todo tipo de públicos.

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 22 de maig de 2014, a Londres.

REPORTATGE SOBRE EL BARBICAN CENTRE DE LONDRES. ENTREVISTA AL SEU PRODUCTOR CREATIU. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. ABRIL DE 2014, LONDRES

EL BARBICAN CENTRE, UNA EXPLOSIÓN ARTÍSTICA

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Aunque su significado sea el de barbacana, actualmente ya no lo es o simplemente ya no tiene esa función. Sin embargo, la tuvo años y siglos atrás. Una fortificación en defensa de una ciudad. Eso era exactamente lo que se erigía en la zona que ahora ocupa el Barbican. A día de hoy, el Barbican Centre pertenece al Barbican Estate, un complejo residencial construido en los años sesenta y setenta en un área intensamente bombardeada y devastada durante la Segunda Guerra Mundial, y actualmente densamente poblada por instituciones financieras.

El complejo del Barbican es en sí un ilustre y famoso ejemplo de la arquitectura brutalista británica, que surgió del Movimiento Moderno y que tuvo su auge entre las décadas de 1950 y 1970. Como si de una obra de arte se tratara, es una sofisticada construcción de varios niveles, con numerosas entradas y un recorrido de líneas dibujadas en el suelo que ayudan a encontrar el camino. Hoy, es una construcción emblemática por su tamaño, su cohesión y la ambición del proyecto, declarada en 2001 edificio histórico del Reino Unido por la que fue ministra de cultura, Tessa Blackstone. También se trata de una construcción discutida profundamente en el terreno del diseño, y sin duda aún hoy polémica por alejarse de la arquitectura londinense más clásica. De todas maneras, forma una parte importante del paisaje de la ciudad pese a quien le pese.

El complejo fue oficialmente inaugurado en 1969 y ahora es residencia de alrededor de 4.000 personas, quienes viven en un total de 2014 apartamentos. Protagonista de varias reformas, en 2005 experimentó la más profunda de la mano de los arquitectos Allford Hall Monaghan Morris, en sintonía con su estilo brutalista original. Esta última reforma integral ha sido reconocida con el premio del Royal Institute of British Architects (RIBA, por sus siglas en inglés). El complejo está formado por el Museum of London, la Guidhall School of Music and Drama, la Barbican Public Library, la City of London School for Girls y el Barbican Arts Centre.

Si nos focalizamos en este último, tendremos que explicar que fue inaugurado en el año 1982 y que, situado en el corazón del Barbican Estate, pertenece a la City London Corporation, la tercera mayor fundación de arte del Reino Unido. Su construcción tuvo un coste que alcanzó los 161 millones de libras. Sin embargo, y a pesar de competir de forma directa con el Southbank Centre, se trata del centro creativo más completo de Europa: es sede de la London Symphony Orchestra y de la BBC Symphony Orchestra, además de desarrollar un variadísimo programa de conferencias, artes visuales, teatro, danza, música clásica y contemporánea, exhibiciones de arte, proyecciones cinematográficas y aprendizaje creativo. Cabe destacar que en 1994 se realizó una remodelación total de la acústica interior, ya que algunos expertos determinaron que la de la sala principal era demasiado seca para conciertos de orquesta completa. Se encargó con éxito el ingeniero acústico Larry Kirkegaard, aterrizado desde Chicago, quién consiguió una perceptible mejora en el control del eco y de la absorción acústica.

PA. Parte del hall principal del Barbican Centre

Foto: Parte del hall principal del Barbican Centre.

Bryn Ormrod es el productor creativo de música contemporánea del Barbican Centre y, sobre todo, se empeña en destacar la calidad artística y cultural que se ofrece diariamente en todos los ámbitos, un programa diverso en el que se acabará priorizando la singularidad y la fuerza de cada proyecto creativo. Concretamente, nos detalla que el centro maneja su multioferta de una manera selectiva y profesional, a su vez dando espacio a todos aquellos artistas que quieran experimentar con sus propuestas culturales y creativas. Especialmente en el área de la música, de la cual es máximo conocedor, afirma que “en los últimos veinte años el centro se ha especializado en ofrecer mucho más talento joven y creativo, nacional e internacional, dejando en segundo plano los artistas de perfil alto y con años de experiencia en sus espaldas”. Según él, las oportunidades que ofrece el Barbican para estos nuevos talentos son una parte crucial del proyecto cultural y artístico que se desarrolla en la ciudad de Londres. Además, nos cuenta que la conexión y el compromiso con la Guidhall School of Music and Drama es importantísimo, lo cual provoca que sus estudiantes sean una parte importante de toda la actividad que produce el Barbican Centre. Así pues, el aprendizaje creativo se desarrolla, en gran parte, en el centro de una manera directa y pedagógica.

Bryn Ormrod destaca también que el papel del Barbican es importante en el terreno más emergente y experimental: “su público se aventura a conocer nuevas realidades artísticas y a vivirlas desde el riesgo y la valentía al exponerse a algo novedoso”. De todas maneras, a Ormrod le enorgullece que todos los programas culturales que se desarrollan en el centro están siempre conectados por la calidad de su contenido y destacan por la originalidad de su oferta tan única, algo que, según este productor creativo, se aprecia de forma directa en el público. De hecho, la relación entre los espectadores y el Barbican conlleva “una dosis de confianza y seguridad de saber que el centro hace las cosas bien”.

El Barbican Centre recibe una media de casi dos millones de personas al año y acoge a cientos de artistas de todo el mundo, a quienes ofrece un espacio que sin duda garantiza su desarrollo artístico y creativo.

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 24 d’abril de 2014, a Londres.

ARTICLE D’OPINIÓ: EL DEBAT DEL CONGRÉS SOBRE EL DRET A LA CONSULTA. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. ABRIL DE 2014, LONDRES

EL PROBLEMA ES QUE NO SE ESPERABA NADA

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Recientemente el Congreso de los Diputados puso a debate la consulta catalana, en concreto la transferencia de la competencia a la Generalitat para dicha consulta, programada desde el Parlamento catalán para el mes de noviembre, en concreto el día 9. Un debate afincado en los medios internacionales y distorsionado en la mayoría de los medios nacionales. Casi 300 votos en contra evidenciaron el rechazo a la propuesta y, a pesar de la expectación y solemnidad que la ocasión regalaba, también se evidenció un choque de legitimidades difícil de gestionar y redireccionar en este periodo de campaña preelectoral para las europeas.

Sin embargo, el guión estaba escrito. Ninguna sorpresa. Y toda una pena. La poca agilidad dialéctica entrecruzada del debate dio pie a otro enquistamiento, una especie de monólogos sin apenas réplicas. Pero la gran pena en su conjunto es evidenciar, una vez más, la poca riqueza democrática que existe en España. Apelaciones al diálogo, más de quinientas. Y diálogo, en todo caso, sólo en casa de cada uno (y con suerte). Es una gran pena comprobar, como ciudadano, que sigue sin existir ni una sola propuesta sensata, ni siquiera una mínima intención algo honesta de entender qué pasa y por qué pasa lo que lleva siendo el problema político más importante de la historia reciente de España. Político, ni legislativo ni constitucional. Porque señores, la cosa no va de leyes, va de verbum y vocabulum. El problema ahora mismo es que hace muchísimo tiempo que iba de esto. ¡Pero muchísimo! Y el agotamiento de algunos queda reflejado en las mareas humanas que aparecen para expresarse con un “yo ahora quiero ir a la mía” cada vez que una vocecita desde Madrid se dirige a los catalanes hablando de no se qué de federalismo. “Qué ahora va en serio, que ya no es la tierra prometida, que se puede hacer. For real, vamos”. Pues bueno, quizás ahora se pueda, pero el ciudadano catalán ya no lo quiera. Simplemente porque no le basta.

Me gustaría pensar que, en parte, la situación política en la que todos estamos sometidos es debido a la poca experiencia. Quizás casi cuarenta años de democracia, y con una transición más que opaca, no hayan sido suficientes y sean la excusa para revelar la incapacidad del Estado español en haber sabido diseñar un marco político para un país verdaderamente plurinacional, dando respuesta a las diferentes sensibilidades que conviven bajo el mismo techo constitucional, potenciando la riqueza cultural y lingüística que España posee de forma tan excepcional. Muchos nos preguntamos por qué no se cuidó eso, por qué no se respetó la diferencia, por qué incluso se despreció el bilingüismo desde algunos sectores del Estado, por qué no se cultivó la diversidad lingüística en la educación, en la esfera más social, por qué no se cuenta España como lo que es, una sociedad plural, transversal y compleja por definición, por qué desde ningún gobierno del Estado se intentó cultivar, potenciar, promover y explicar nada de eso. Pues porque no. Y como todo es un no, España se piensa en negativo, en vez de pensarse en clave positiva.

¿Os imagináis un Estado de estados donde la convivencia fuese ejemplar, a través de incentivar cada una de las culturas que lo conforman? ¿Os imagináis que los debates del Congreso fuesen bilingües, o trilingües, o incluso cuatrilingües? ¿Y que todos entendiésemos cada una de las que serían lenguas oficiales en España? ¿Os imagináis lo que hubiese sido un país en el que nadie sintiera vergüenza o complejo por hablar su lengua materna en otras tierras vecinas? ¿Que eso no se interpretara como un ataque a nadie o simplemente algo freaky? ¿Os imagináis debates políticos en televisión sin chillar ni insultar, hablando sobre cómo integrar nuevas culturas y crear riqueza social? ¿Os imagináis que la imagen de España en Europa y en todo el mundo fuese de país ejemplar por su capacidad de integración, convivencia y educación plural? ¿Os imagináis… ¿Pero de verdad conseguís imaginarlo?

Desafortunadamente, todo apunta a que no. Yo no me lo imagino. Y probablemente, una gran parte de los ciudadanos de Catalunya tampoco. No se puede tener tal capacidad. Es imposible a día de hoy imaginar un partido político gobernando el Estado desde la empatía, la solidaridad y la democracia. No puede ser imaginado porque ninguna de las políticas recientes, y no tan recientes, del partido que gobierna este Estado apuntan a un intento por hacer las cosas algo mejor. Todo lo contrario. La sombra de un pasado tenebroso que vivió España no hace mucho resuena día a día con las políticas de recentralización más rancias que jamás habíamos vivido antes. Preferible es pensar que la clase política poco tiene que ver con la sociedad civil… pero aquí es cuando nos preguntamos: ¿y quién narices los vota?

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 10 d’abril de 2014, a Londres.

REPORTATGE SOBRE EL BLUES I EL JAZZ A LONDRES. ENTREVISTA AL PROPIETARI DEL CLUB “AIN’T NOTHIN’ BUT”. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. MARÇ DE 2014, LONDRES

UNA DE BLUES… ¿O MEJOR JAZZ?

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

A veces te pasa lo mismo con la gastronomía: sin tener ni idea de qué va la esferificación o las nuevas fusiones, disfrutas algunos restaurantes y manjares como si fueses un freak de la cuestión. Hasta con la música clásica, que sin saber a fondo sobre las obras de Wagner o Bach, una sinfónica interpretándolos te estremece el alma.

Será porque, al final, lo que cuenta es la experiencia sensorial. Lo mismo pasa con estos dos géneros musicales: sin tener mucha idea ni de blues ni de jazz, cada vez que los escuchas en directo te tocan lo sensitivo. Y entonces te dices: “Debería ir más…”. Por Londres, que no sea.

Como cualquier gran ciudad norteamericana o europea, exigentemente culta, el blues y el jazz se riñen los mejores garitos de música en directo del centro. Tienen en común su procedencia estadounidense, su expansión y desarrollo a partir de los años cincuenta y sesenta por Europa (especialmente por Inglaterra) y la improvisación que ambos géneros disfrutan. Sin embargo, y aunque el blues tuvo gran influencia en el jazz, suenan muy distinto. Un blues, según la etimología de su palabra, es algo triste y melancólico, y lo asocias a nombres como Muddy Waters o B.B. King. En cambio, el jazz, según el uso más antiguo de su palabra, hace referencia a algo enérgico y vital, y lo asocias segurísimo a nombres como Louis Armstrong o Miles Davis. Así que, según tengas el día, se recomienda un Ronnie Scott’s (Ronnie’s para los asiduos) o un Ain’t Nothin’ But (la fiesta del blues, para los que lo frecuentan). Vendrían a ser como el Blue Note o The Village Vanguard y el Terra Blues neoyorquinos. Reliquias de una ciudad que acostumbran, casi siempre, a compartir barrio. Allí, el West Village. Y aquí, el Soho.

Inspirado en un típico Chicago Juke Joint, el Ain’t Nothin’ But presume ser el único bar de Londres con una oferta 7 days a week consecutivamente durante más de veinte años. Su dueño, Kevin Hillier, lo define como el mejor bar de blues en esta parte del Atlántico, lo cual despierta el interés por saber quién tocó allí dentro, además de voces como la que regaló muchas noches Amy Winehouse en el famoso “Lunes de Jam”, que el bar sigue ofreciendo de 8pm a 1am. Como cualquier otra, llegaba pronto, añadía su nombre a la lista y, al ser llamada, improvisaba su blues. Pero además, este londinense nos cuenta que, aprovechando la fiebre por el blues en Londres, su bar ha conseguido ver tocar a bestias como John Primer, aterrizado directamente desde Chicago en el 94. También ha escuchado harmónicas como la de Paul Jones, quien consiguió desplazar hasta la calle Kingly a gente desde la costa sur del país y, entre muchísimas más, destacaremos actuaciones como las de Henry Gray, desde Louisiana, o Chris Jagger, hermano pequeño de Mick.

PA. Escenario del Ain't Nothin' But

Foto: Escenario del Ain’t Nothin’ But.

Entre risas, Hillier nos regala grandes y discretas historietas sobre los interminables fines de semana que pasaba con estrellas del blues que volaban desde Chicago a Londres para tocar en su bar. Como buen enamorado del blues y respetuoso con su esencia, la mayoría de veces él mismo organizaba estas visitas con el ánimo de conservar la presencia de personalidades americanas tocando en su bar inglés, preservando las fuertes raíces y orígenes afroamericanos que pertenecen al blues. Cabe destacar pues, que el Ain’t Nothin’ But es un reflejo importante de la historia del British Blues, desarrollado en los años sesenta y setenta, cuando las bandas de músicos en el Reino Unido emulaban a las leyendas del blues estadounidense. Y, a lo largo de la década, el blues inglés, sobre todo instalado en Londres, desempeñó un importante papel de recuperación de cantantes afroamericanos, al llevarlos a Europa y reinterpretar sus temas clásicos. Viejos músicos de blues americanos empezarían a compartir escenario con músicos londinenses entonces.

Si te pasas actualmente por este bar, palparás un ambiente bastante más juvenil de lo que probablemente imaginas. Esto enorgullece a su dueño, feliz de ofrecer una auténtica atmósfera de blues a almas tan puras, pudiendo acercarlas cada día a la esencia de lo que él entiende como base de toda música. Otra manera de hacerlo, por cierto, es con el festival de blues que él mismo organiza durante el mes de julio, año tras año, en las montañas de Mijas, en Málaga. En concreto, este año celebra el octavo Festival de Blues de Mijas.

Ronnie Scott’s, emblema del jazz en Londres

Con una escenografía mucho más elegante y dispuesta intencionadamente al culto, el Ronnie Scott’s se presenta como el local de jazz más emblemático del Soho, de toda la ciudad y uno de los más importantes de la vieja Europa. El nombre rinde homenaje al que fue uno de sus creadores y quien, asombrado por el jazz neoyorquino de los años cuarenta, se dispuso a crear algo similar un viernes 30 de octubre del año 1959, de la mano del también saxofonista y amigo personal, Pete King.

Primero fue en la calle Gerrard y, seis años más tarde, el local se mudó a su puesto actual, en la calle Frith, también en el Soho. Como íbamos contando, Ronnie siempre recordaba que su principal fuente de inspiración fueron los locales que frecuentaba en la calle 52 de Manhattan, doce años antes de abrir el Ronnie’s en Londres. Con 20 años y sus ahorros para el viaje a los Estados Unidos medio acabados, tuvo la oportunidad de escuchar hablar justo en la mesa de al lado a Miles Davis con Dizzy Gillespie, después de su actuación en el Three Deuces de la Gran Manzana. Mr. Scott contaba que ese fue el momento que más lo inspiró hasta entonces y quiso crear, cuanto antes, una misma atmósfera en algún lugar de Londres. Su sueño sería construir un espacio donde músicos de jazz británicos pudiesen hacer jams.

PB. El Ronnie Scott's desde el escenario

Foto: El Ronnie Scott’s desde el escenario.

Lo cumplió. Pete y Ronnie rápidamente consiguieron una buena reputación al juntar a los mejores músicos de jazz moderno del país en su club. Pronto atraerían la atención de músicos clásicos americanos para cruzar el Atlántico y acercarse al Ronnie’s para tocar, creando desde entonces infinitas actuaciones legendarias. El Ronnie Scott’s se convirtió, tras largas negociaciones de Pete con la Federación de Músicos Americana, en el primer club de jazz europeo que ofrecía talento musical estadounidense. Zoot Sims, Johnny Griffin, Roland Kirk, Al Cohn, Stan Getz, Sonny Stitt, Ben Webster o Benny Golson serían algunos de ellos y, en concreto Golson, el último saxofonista americano en tocar en el primer local de la calle Gerrard. Por su parte, artistas como Tom Waits, Linda Lewis, Elkie Brooks, Eric Burdon, Paul Rodgers, Jack Bruce y Mark Knopfler también han sido algunos de los protagonistas del que fue el piso adicional para el pop y el rock del nuevo espacioso local construido poco tiempo después, y a pocos metros a pie del original. Sin alejarse de su esencia más jazzística, cabe destacar que a principios de los ochenta, Scott y King fueron también los responsables de conseguir un espacio en el Reino Unido para músicos cubanos de talento, además de ser coanfitriones en 1993 del Festival de Jazz de Cuba, en La Habana.

Desafortunadamente, la muerte inesperada en 1996 de Ronnie Scott, a los 69 años, fue un drama en el mundo de la música londinense. A pesar de la especulación de la prensa, relacionando su muerte a sus constantes depresiones, su brutal vida sometida al humo y la combinación de sus Brandys junto con los calmantes para sus problemas dentales, el veredicto forense la define como una muerte totalmente desgraciada. Pete aguantó sólo esta aventura únicamente nueve años más, llegando a celebrar el 45 aniversario del club. Sin embargo, su soledad sin Ronnie era tal que decidió vender el local a la empresaria y asidua al club, Sally Greene. Fue en junio del año 2005 cuando Sally tomó las riendas y prometió hacer perdurar durante décadas esta institución del jazz en Londres. Con ella, el Ronnie Scott’s ha visto actuar a las caras más importantes de la escena mundial del jazz, así como a Wynton Marsalis, Chick Corea, David Sanborn, Kenny Garrett o Billy Cobham, entre muchos otros.

Actualmente, la banda de la casa, dirigida por el pianista James Pearson, está presente en los festivales de jazz más importantes del mundo, así como demandada en escenarios tan anecdóticos como en las bodas de Kate Moss o Kevin Spacey.

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 27 de març de 2014, a Londres.

ARTICLE SOBRE EL CENTRE CULTURAL DE LONDRES RICH MIX. ENTREVISTA AL SEU PROGRAMADOR CULTURAL. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. MARÇ DE 2014, LONDRES

EL CENTRO CULTURAL RICH MIX OFRECE 500 EVENTOS AL AÑO

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Más de 500 eventos al año tienen lugar en esta antigua fábrica de piel, y alrededor de 200 son totalmente gratuitos. El resto se mantienen a precios muy asequibles. Su jefe de programación desde 2009, Oliver Carruthers, viste jeans, camiseta y gorra, y nos cuenta que esta iniciativa social nació a finales de los años 90: algunos políticos detectaron rápidamente la necesidad de crear un espacio de encuentro para las decenas de culturas que llegaban a este punto migratorio de la ciudad. Según las estadísticas, el más importante de la capital.

PA. La entrada del Rich Mix.: Sara Pardo

Foto: La entrada del Rich Mix.

Para contextualizar, contaremos que el este de Londres ha sido, por tradición e historia, el lugar de bienvenida de centenares de inmigrantes quienes lucharían, con más o menos éxito, para conseguir trabajar y sentirse un londinense más. Si lo consiguieron o no, es cosa de cada uno y de cada historia. De todas maneras, Londres apostó (y sigue apostando) por ofrecer espacios que fuesen punto de encuentro de gente con backgrounds muy distintos y, a su vez, aliviar algunas tensiones migratorias existentes ayer y aún hoy. Esa era y sigue siendo precisamente la función de estos centros sociales, acercar todo tipo de experiencias. Se comprobó que hacerlo a través del campo artístico y cultural era la manera más provechosa para la integración y el enriquecimiento común.

Fundado en el año 2006 como una de las tantísimas iniciativas sociales y culturales que ofrece la capital, la fundación Rich Mix se ha consolidado de una manera sólida y eficaz como centro cultural de referencia del este de la ciudad. Y sus números son la prueba, miles de personas pasan por aquí más de una vez al año.

Aunque cuenta con cinco pisos de grandes dimensiones, ocupa un lugar muy tímido de la parte más al oeste de la calle Bethnal Green, en concreto, su edificio posee los números 35 al 47. Está compuesto de varios escenarios dispuestos a la creatividad: un espacio central y principal en su planta baja para conciertos, teatro, danza y conferencias; tres salas de cine convencionales que ofrecen proyecciones de películas de estreno, independientes, internacionales y documentales; y varias galerías y salas para exposiciones de arte, talleres creativos, artes visuales y donde se desarrollan los programas educativos y familiares. Un apunte: algunas de estas salas tienen vistas centrales a la City.

PB. Una de las exposiciones actuales en el centro.: Sara Pardo

Foto: Una de las exposiciones actuales en el centro.

Además, según nos cuenta Oliver Carruthers, esta iniciativa centró sus esfuerzos en la ayuda a jóvenes artistas deseosos de un espacio libre y desacomplejado para mostrar su propuesta y proyectos artísticos. En concreto, su programador cultural insiste en que a estos jóvenes con talento se les debe “dar una opción que contemple una ejecución profesional de su proyecto y, de ser necesario, ayudar con la financiación, con compromiso”. Nos preguntamos cómo se hace y si eso ayuda realmente a que el futuro artístico de estos talentos que exponen en el centro (ya sea cantando, pintando, bailando, filmando, etc.) cambie a partir de ahí. Carruthers afirma que, en gran parte, sí. La reflexión que nos brinda este jefe de treinta y tantos consiste en haber detectado que la evolución de la oferta artística en Londres pasa por contemplar de una manera más crucial el papel del promotor: “Rodeados por una enorme oferta creativa de todo tipo, los jóvenes que empiezan necesitan, cada vez más, conseguir promocionarse mejor, especialmente en esta ciudad tan competente en el terreno artístico”. Cansado de ver escenarios y galerías con enorme talento vacías de público, precisamente esta es una de sus apuestas, ayudar con la promoción, estando conectado con el mayor número de promotores y organizaciones para que contemplen su oferta. De ahí que, bajo iniciativa del Rich Mix, y en paralelo, se hayan creado algunos festivales de música y jornadas artísticas con fuerte promoción, que sirven como trampolín para el artista válido y talentoso que empieza o lleva empezando hace meses y años. No obstante, Carruthers le recuerda al joven con hambre de éxito que, sobre todo, “quien deberá trabajárselo más es él mismo, dándole el bombo que haga falta a las redes sociales y buscándose espacios donde exponer su proyecto”. Y añade que “cuantos más, mejor. Porque, al fin y al cabo, los promotores y las compañías artísticas palparán quién se lo trabajó más”.

El Rich Mix ofrece, teniendo en cuenta solamente su programa de música en directo, de tres a seis conciertos semanales, lo que da lugar a unas veinte bandas o cantantes solistas al mes, de procedencia muy diversa, con posibilidad de mostrarse al mundo, conectarse, escucharse y ser escuchados. Asimismo, ofrece algo similar en otros terrenos artísticos, siempre con la multiculturalidad como semilla de su éxito de integración social y artística. Un espacio compartido de desarrollo cultural que sorprende día tras día con su oferta más multiétnica.

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 13 de març de 2014, a Londres.

REPORTATGE SOBRE SHOREDITCH, UN BARRI DE LONDRES. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. FEBRER DE 2014, LONDRES

3, 2, 1, SHOREDITCH… ¡ACCIÓN!

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Shoreditch /ʃɔːʳdɪtʃ/: así se llama y así deberías atreverte a pronunciarlo.

Se dice y se comenta que pertenece a pocas familias, todas ellas judías, quienes poseen la mayoría de edificios construidos a partir de los 90. Porque de antes, mejor no hablemos, que a los que viven les cogería miedo. Pero de antes, antes y más antes, sí que hablaremos.

Inmediatamente al norte de la City, curiosamente en este barrio del sur del distrito de Hackney convergen cinco distritos postales, encabezados por las letras N, E y EC. Sin dejar atrás el clásico misterio británico para cualquier historia, la etimología de “Shoreditch” es aún objeto de debate: algunos antiguos comparten la tradición legendaria que vincula su nombre a una amante del rey Eduardo IV, Jane Shore, quien murió en una zanja (ditch). Y hoy se conmemora con un gran cuadro en la Biblioteca de Haggerston. Sin embargo, muchos otros, y mucho antes, ya lo relacionaban a “Sewer Ditch”, en referencia a un desagüe o canal antiguo de una zona pantanosa cerca de Finsbury. Sin duda una historia más plausible y verosímil. En lo que sí coinciden todos, es en que se trataba de un barrio marcado por el “amusement” (diversión y entretenimiento) y prueba de ello es su céntrica calle Curtain Road. Como cualquier jovencito antes de estrenarse, Shakespeare se atrevió con sus primeras obras precisamente aquí, entre el Curtain Theatre y el Tudor Theatre, este último conocido más tarde como el “The Theatre”. Y eso era, “El Teatro”, porque se trataba del primer teatro que se construyó en Inglaterra, la primera “playhouse”. Fue en el año 1576, de la mano del Primer Conde de Leicester, James Burbage. Hoy día se encuentra tal conmemoración por dos placas, una colgada en la misma Curtain Road y otra en la calle Hewett. William, además, sabemos que vivió en la calle Bishopsgate un tiempo de 1593, puesto que aún consta su deuda con hacienda por no haber pagado los impuestos que debía. Supongo que entonces escribir teatro no era el mejor business en ningún caso, ni tampoco el trabajo mejor remunerado. Arte y dinero no era la relación más conveniente. Pero eso ahora, en Shoreditch, ha cambiado.

PA

Siempre he pensado que vivir en ciudades como Nueva York o Londres puede ser o muy malo para la salud, o muy bueno. Por infinidad de cosas malísimas y buenísimas que puedan pasarte in situ. Dependerá de cómo las gestiones. Lo que si sé es que, a pesar de sus caras serias y con mirada triste paseándose por la calle, vivir en Shoreditch, para los piji-hipster, es algo maravilloso. Un must. ¡No existe nada más-mejor! No existen otras cafeterías barra librerías, no existen otras private party, no existen otros poshy clubs, no existen otros lofts, no existen otros roofs, no existen otros cocktails, no existe otra gastronomía, no existen otras tiendas de no se sabe qué, no existe mejor arte callejero, no existe otra ropa, no existen mejores outfits, no existe ser más cool, ¡por dios! Y no existe mejor café. Vamos, primero, a por el café. Merece una mención especial.

A pesar de sus largas colas cada sábado y domingo sin respiro desde las 11am hasta las 3pm, ocupando parte de la calle Redchurch, la cafetería brunch Allpress Espresso se ha convertido en eje de reuniones no aptas para menores de edad o mayores de 40 años. Sin menospreciar su auténtica “Shoreditch’s atmosphere“, sirve el mejor café del barrio, de la ciudad, y probablemente de Europa. Sí, mejor que el italiano, que el español y que el portugués. También sirve las mejores focaccia, destacando entre ellas la de mortadela y alcachofa. ¡Toma combinación! Exportadora de café, sus granos llegan a la mayoría de establecimientos del barrio, dejando el rastro de su aroma. Entre ellos, destaca el Maison Trois Garçons, ubicado en la misma calle unos metros arriba y que, sin saber servir exactamente el café igual, ofrece acompañarlo con un abanico de dulces handmade que para olvidarse. Aunque de lo que no te olvidas seguro, es del local. De esta cafetería es propietario, entre otros, Michelle. Cuando lo veo, siempre lo miro con admiración. Acompañado fielmente de su Dálmata, cabe destacar que Michelle es un tío muy listo. Reconvirtió su local de antigüedades en esta cafetería, lo que le costó un riñón y medio y tres meses de obra y decoración, aprovechando parte de los muebles que exponía en su ex-vintage store. Michelle es un hombre envidiado entre el gremio, ya que posee dos locales más: Les Trois Garçons (restaurante francés) y el Loungelover (cocktail bar). Ambos son muy unique y a metros de distancia de la cafetería. El triángulo perfecto. Y… ¡voilà! Ya tienes el plan completo para tu jornada más estilosa gracias a este delicado francés residente en Londres.

PB

Si me dan a escoger, me quedo con tres calles: Redchurch, Rivington y Leonard. La primera, porque es un espectáculo. La segunda, porque tiene más esencia que ninguna, y la tercera, por ser tan misteriosamente atractiva. La calle Redchurch ha evolucionado de una manera bastante brutal en los últimos 5 años. Me cuentan que era triste y algo peligrosa. Ahora brilla y luce gracias a su oferta, siempre tan original. Empieza en la esquina del desacomplejado Brick Lane con la bipolar Bethnal Green y termina en la calle epicentro del barrio, Shoreditch High Street, que con el tiempo va ganando la personalidad que merece. La ebullición de Redchurch destaca ante el resto de calles del barrio. También destaca su contraste. Me refiero a que, aún andando entre tiendas barra bar, restaurantes barra supermercado, galerías de arte, clubs “discretos”, hoteles con roof y, cuando te fijas, hasta cines subterráneos, uno nota que hay un pasado algo oscuro que suena chillando (desde lejos, muy lejos) a estas nuevas paredes repletas de buenas y exquisitas intenciones. Sin duda Redchurch dibuja una huella en el mundo del diseño y también en el de las comunicaciones, gracias a su little Silicon Valley al final de la calle, concentrada en su edificio Biscuit. La calle Redchurch es un barrio dentro de un barrio. No necesitas salir de ella.

PC

No pasa lo mismo con la calle Rivington. Sin embrago, su medio túnel tintado la viste como ninguna (aunque para túneles, prefiero al de la tímida pero sobrada de personalidad Bateman’s Row). En medio, el reconocido club de música electrónica, Cargo, que para los que tocamos el 3, quizás nos queda lejos. Rivington cruza Curtain Road y perlas como Charlotte Road, en la que nos perderemos husmeando pero con la vista. Si algo tiene Rivington, es empaque y decisión, es como si hablara a través de sus paredes, forradas de arte callejero. De sus mejores grafitis, destacan las apariciones de algunos Banksy y Cranio. Desemboca en la calle Great Eastern, la discreta diagonal catalana (que por cierto nunca sabes por dónde pasa) y que presenta hoteles tan dinámicos como el Hoxton Hotel, centro de reuniones creativas y abstractas, vamos. El ambiente en la que parece ser su recepción, te sitúa rápidamente.

Supongo que en medio de este escenario, la calle Leonard toma el papel más tímido. Queda al oeste de Shoreditch y si la caminas, no sabes por qué pero acabas decidiendo que, si te dieran a escoger entre las tres, sin duda sería en la que te hubiese gustado vivir. Combinando sus galerías y centros de explosión creativa adornados con billares y ping-pongs (uno debe relajarse entre idea e idea, ¡hombre!), descubres que tiene su “no sé qué”.

PD

Todas ellas, y muchas otras, tienen algo en común: provocaron el descarte del Soho como barrio pro londinense en cuanto a oferta de ocio diurno y nocturno, ofreciendo una propuesta gastronómica que muchos quisieran y una actividad que cuesta seguir. Tienen una ambición sin límite y crecen a un ritmo vertiginoso. Cuentan con una personalidad aberrante, marcada desde sus entrañas. No tienen complejos, saben lo que quieren y se han convertido en centro neurálgico de la comunicación, de la producción audiovisual y de la creatividad. Son escenario de rodajes, por dentro y por fuera. Y además hacen que, a veces, sientas que estás en el centro del universo.

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 13 de febrer de 2014, a Londres.

ARTICLE D’OPINIÓ SOBRE LA SITUACIÓ CATALUNYA-ESPANYA. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. GENER DE 2014, LONDRES

ARTUR MAS HA PERDIDO LA CABEZA

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Después de unas Navidades en Barcelona entre turrones, cagando el tió, cantando A Betlem me’n vull anar y celebrando San Esteban el día 26 (el día después de la tradicional escudella i carn d’olla catalana, por si alguien se quedaba con hambre), uno se da cuenta que Artur Mas no ha perdido la cabeza. En todo caso, una parte importante de los catalanes la perdieron ya hace tiempo. Y si lo hicieron con razón o no, es algo que deberían preguntarse los gobiernos (estructuras políticas con finalidad constructiva y resolutiva). Solamente desde el análisis y la generosidad, lo que Platón entiende como política, se entenderá lo que pasa y se intentará buscar una solución al problema. Porque no nos engañemos, España tiene un problema y ese problema no es con Cataluña, es un problema con ella misma. Un problema de definición, de instituciones, de bases estructurales, de renovación, de regeneración y un largo etcétera que la debilitan ante cualquier crisis politico-social como podría ser la actual catalana. Precisamente es por eso que su gobierno funcionarial es incapaz de afrontarla, hasta ahora sin ninguna habilidad emocional para decidir sentarse a pensar con sensatez, inteligencia y, a su vez, esfuerzo sobre cómo remar hacia delante en vez de navegar directo al abismo y el ridículo. Y es que el mayor ridículo de un país pasa por la poca destreza en solucionar un conflicto interno y por mostrar un marco mental tan poco democrático.

Amenazaba el ministro García-Margallo hace unos días en Barcelona con que pedir lo imposible es altamente peligroso. Yo le diría al ministro que lo peligroso podría ser no dar ni una sola respuesta sensata al conflicto catalán. Y que lo tremendamente peligroso es no saber presentar un proyecto de país español convincente, ilusionante, solidariamente justo, vertebrador, con una regeneración democrática que inspire confianza. Porque, al fin y al cabo, el ciudadano catalán será el protagonista de la decisión sobre su futuro, eligiendo cambiar o no el status quo de su país tarde o temprano (¡qué pena el que piense que esto no es posible en pleno siglo XXI dentro de un marco democrático y pacífico como el europeo!). Además, el ciudadano catalán deberá aceptar de una manera responsable, democrática y de convivencia el resultado de tal previa decisión conjunta. Por lo tanto, quizás la principal tarea del gobierno español debería ser la de presentar una España con ambición y plena de proyecto, lo cual sería todo un reto en positivo.

Aún no se sabe cuántos (de ahí a que se quiera consultar, para saber cuántos), pero se palpa en el ambiente que una parte importante de los catalanes lleva años esperando este paso y que, a estas alturas, no hay nada que pueda echar atrás a tal marea humana como la que se manifestó en la calle contra el recorte del Estatut en 2010 y en las últimas fiestas nacionales catalanas.

Cataluña hará una pregunta más o menos acertada a sus ciudadanos, enviará más o menos cartas al mundo para internacionalizar el conflicto (lo hará con un mejor o peor inglés, también digámoslo…), tendrá un gobierno más o menos unido en el Parlamento catalán… Pero lo que seguro tendrá Cataluña es a sus ciudadanos, deseosos o no de un cambio, algunos con un anhelo de más autogobierno y mejor financiación y otros con un objetivo claro independentista a pesar de Europas, Rajoys y Constituciones. La mayoría de ellos piden ya seny, democracia y diálogo. De esto que no quepa la menor duda.

Article publicat al quinzenal “El Ibérico” el 30 de gener de 2014, a Londres.

ENTREVISTA A JOSEP PONS, DIRECTOR MUSICAL DEL LICEU. PUBLICAT A “EL IBÉRICO”. DESEMBRE DE 2013, LONDRES

JOSEP PONS: “ENTRE UN MUSICAL Y UNA ÓPERA EXISTE UNA RELACIÓN VECINA”

Sara Pardo Gallego

El Ibérico

Conocido como el “forjador de orquestas”, Josep Pons se presenta como uno de los conductores de orquesta más importantes del panorama artístico internacional. Actualmente, el maestro Pons es director musical del Gran Teatro del Liceo y constante director invitado de orquestas de todo el mundo. Una de ellas, la BBC Symphony Orchestra, con la que ha establecido una estrecha relación en los últimos 5 años de colaboración y a la que dirigió concretamente el pasado miércoles, 4 de diciembre en el emblemático Barbican Centre, ubicado en la City de Londres. Mientras conversamos sobre siempre interminables temas como el Liceo de Barcelona, la BBC, la ópera e incluso la educación musical en las escuelas, uno se da cuenta que el director Pons es un genio y que, no como todos ellos, la proximidad y la simpatía son sus mejores armas. Entre risas, me confiesa que él también vivió el momento y que, por nombrar alguno, disfrutaba con Queen. Me imagino al maestro conduciendo la orquesta de los de Mercury. Qué delicia.

Cuando te propusieron ser director musical del Liceo en 2010, a su vez te encargaron mejorar la orquesta y el coro del teatro. ¿Cómo se puede mejorar la calidad artística de una istitución con un recorte del 30% en su presupuesto?

Es una gran pregunta porque no es nada fácil. Ahora es un momento muy malo, el teatro ha sufrido enormemente los recortes en cultura. Una reducción del 30% del presupuesto global es algo brutal. El teatro tiene que resolver este tema económico de una forma prioritaria, ¡este es el reto!

Supongo que es algo que te preocupa…

Me preocupa muchísimo, claro. Me piden un proyecto muy ambicioso, un proyecto de crecimiento en un momento en que nos estamos encogiendo. Evidentemente se están poniendo las medidas para poder superar este trance y volar de nuevo pero, en fin, el teatro vive un momento crucial en el que deberá valorar si este proyecto va adelante con todas las garantías.

¿En qué sentido es importante que una casa como la del Liceo esté en plena forma?

El Liceo es una casa histórica, es la gran casa de ópera española. Es una de las grandes casas internacionales, incluso una institución que puede hablar cara a cara con los grandes coliseos del mundo, así como la Scala de Milán o el Royal Opera House de Covent Garden, aquí en Londres.

Has sido director musical o artístico (también ambas cosas a la vez) de la mayoría de orquestas y coros nacionales. También fuiste el director musical de las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92. ¿Cómo valoras tu trayectoria?

La verdad es que he tocado todos los palos y me siento muy afortunado. Cada orquesta es un mundo. La primera fue la Orquesta de Cámara Teatre Lliure, muy entrañable y un proyecto de lo más especial. Un formato camerístico que se diferenciaba, por ejemplo, de la Orquesta de la Ciudad de Granada, que jugaba con un repertorio más clásico. Después creé, junto con Roser Trepat, un proyecto pedagógico, la Joven Orquesta Nacional de Cataluña (JONC), una orquesta que se nutre de todas, sin depender de ningún conservatorio o escuela, destinada a la formación de estudiantes. Ocho años más tarde, llegó la Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE), la de mayor dimensión que hay en el país, con un gran coro sinfónico y conteniendo un repertorio más amplio. De todo ello, recuerdo especialmente la época en la JONC con conciertos muy emotivos y la ceremonia olímpica de inauguración que, después de tanta preparación, viví como un momento muy espectacular.

E infinitos premios que te llevaste de recompensa por todo ello, como es el Premio Nacional de Música en el 99…

A nadie le amarga un dulce pero tengo que decir que nunca me impactaron demasiado. Creo que es más importante el trabajo en si. Agradezco el reconocimiento, pero esto de los premios forma parte del mercado, del show business, así que no trabajo para ganarlos. No ha sido algo que me haya marcado en absoluto.

Estás siendo cada vez más demandado como director invitado de prestigiosas instituciones internacionales. Cuéntame tu relación con Londres y la BBC.

Hace 5 años que colaboro con la BBC Symphony Orchestra (BBC SO), casi diez programas juntos. También participé el pasado agosto en el prestigioso festival de los Proms de la BBC SO. He establecido una muy buena relación con la orquesta, he creado un vínculo y una complicidad con los músicos y esta relación ayuda a la música, obviamente. Esta noche, por ejemplo, será un grandísimo placer porque la BBC SO toca maravillosamente y como director te puedes expresar tal y como tú quieres, creando mi versión propia reconocible.

Tengo entendido que nos sorprenderás con un repertorio de principios del siglo XX…

Exacto, haré música alrededor de la primera década del siglo XX. El eje es básicamente Viena, con ecos y pinceladas en París. Todo es música preciosista. En concreto, obras de Schreker, Busoni, Schoenberg y Ravel. Una atmósfera de principio del siglo XX y, en mi opinión, un momento de inmensa capacidad creativa.

Y lo harás en un centro emblemático de Londres, el Barbican. ¿Te gusta especialmente esta sala?

Me gusta muchísimo. La acústica del Barbican es muy buena y siempre es una sala que me complace mucho.

ImageFoto: Josep Pons, en el taxi de camino al Barbican Centre.

¿Cómo valoras la exigencia de público y crítica londinenses?

Estamos hablando de una de las ciudades más cultas del planeta. Por lo tanto, todo va acorde. Es uno de los lugares con más tradición y riqueza cultural, ¡y no solo en música, en todo! Tiene parte de las mejores orquestas del planeta, seis grandes orquestas sinfónicas. Incluso la Chamber Orchestra of Europe reside aquí. Es impresionante lo que hay en orquestas e instrumentos antiguos. El público y la crítica son exigentes, obvio, pero sobretodo porque conocen muy bien lo que van a escuchar. También las mejores escuelas están en esta ciudad. Londres, años atrás, producía el 60% de la música en el mundo, imagina… La actividad es espectacular y, a veces, esto es un problema: las orquestas deben competir entre ellas e incluso se pelean para captar público.

¿Cuál es el papel que juega España en este mercado?

En cuanto a música, países como el Reino Unido o Alemania nos llevan muchos años de ventaja, sobretodo en relación a las estructuras y diseño cultural del país. España lo que ha aportado tradicionalmente han sido individualidades. Nuestro país ha tenido un gran talento, grandes creadores y una constelación de cantantes que han hecho de embajadores. Quizás años atrás era más evidente, cuando estaban en plena forma Carreras, Domingo, Kraus, Caballé, Lorengar, y un largo etcétera. Se trataba de una constelación de primeras figuras en la lírica. Fue un momento sensacional e irrepetible.

Ahora nos falta más representación…

Tenemos buenísimos artistas, pero no tantos como en ese momento. Sobretodo hay gente joven muy buena que hay que apoyarla.

¿Qué se debe promover en nuestro país para que incremente la presencia nacional española en el mundo?

Educación, educación y educación. No más recortes, ¡educación! Y luego, evidentemente, unos programas que den oportunidades. No puede ser que los mejores talentos del país tengan que salir fuera. Parece que estamos por debajo del 2008.

Algunos nunca fueron ni a la ópera ni a un concierto filarmónico en un auditorio… ¿La distancia entre lo clásico y el público de a pie es real?

Muchas veces es un mito ya que mucha gente joven va a escuchar conciertos de música clásica. De todas maneras, es cierto que debe promoverse más a través de actividades culturales o, por ejemplo, dejando las entradas a buen precio para que los jóvenes puedan acceder y no queden al margen por un tema económico. Sin embargo, lo más importante que se debería hacer es aproximar más la música a los niños y jóvenes en las escuelas. El acercamiento de la música como forma de atracción a ella. Esto debería replantearse: por ejemplo, que los músicos visiten las escuelas y hagan música con los alumnos, creando una interacción entre platea y escenario ya en la escuela. Londres sin duda es la ciudad que mejor ha desarrollado la música en el terreno pedagogo.

Y aprovechando que estamos en Londres, me pregunto si existe un paralelismo entre ópera y musical… ¿A un director de orquesta le gusta ir de musicales?

He ido a muchísimos musicales en el West End, ¡claro que nos gustan! Seguramente los cantantes de musicales tienen una formación clásica y al revés. Recuerda que West Side Story, de Bernstein, grabó con cantantes clásicos, concretamente con Josep Carreras. Sin duda existe una relación vecina entre ambos. Solo varía el estilo y el micrófono, que ayuda a que con menos voz, el cantante saque mayor rendimiento.

Por cierto, has trabajado con una variedad importante de artistas. ¿Qué diferencia un Josep Carreras de una Estrella Morente?

Pues seguramente hay más cosas que los une que no que los separa. Son dos grandes artistas, alejados por un género, obviamente: Carreras el lírico y Morente el flamenco. Pero los dos usan la voz y ambos se preocupan por lo mismo: si se resfrían, caen. El trabajo, la escuela y la formación es diferente pero arriba del escenario la expresión como artistas es la misma.

Entrevista publicada al quinzenal “El Ibérico” el 12 de desembre de 2013, a Londres.

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